La normativa ADR fue desarrollada conforme a las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para establecer un marco común de seguridad en el transporte de mercancías peligrosas por carretera. Aunque comenzó como un acuerdo entre países europeos, actualmente también ha sido adoptado por varios países de Asia y del norte de África, ampliando significativamente su ámbito de aplicación.

La normativa ADR regula todos los aspectos del transporte terrestre de mercancías peligrosas, incluyendo el embalaje, etiquetado, documentación, señalización de vehículos, así como la carga, descarga y almacenamiento temporal. Estas disposiciones se aplican tanto al transporte internacional como al nacional, siempre que el país en cuestión sea parte del acuerdo.

Uno de los elementos clave de la normativa es la definición clara de las obligaciones y responsabilidades de todos los actores implicados: transportistas, cargadores, expedidores, destinatarios, y también los fabricantes de envases, embalajes, cisternas y otros equipos relacionados. El objetivo principal es minimizar los riesgos para las personas, los bienes y el medio ambiente.

El ADR contiene una lista detallada de mercancías peligrosas codificadas según la clasificación de la ONU, junto con los requisitos técnicos y legales aplicables para cada una. Esta lista permite identificar los productos y aplicar las medidas de seguridad correspondientes en función de su peligrosidad.